jueves, 28 de mayo de 2009

Una cuenta pendiente


El Fútbol Club Barcelona sólo ha podido disputar dos veces la Copa Intercontinental (ahora llamado Mundialito de Clubes), y las dos veces se volvió a Barcelona con las manos vacías de Tokio. Es la espina que tiene clavada el club, un título que se le ha resistido y que en diciembre tendrán la oportunidad de conquistar.

Primero fue Raí, que en diciembre de 1993 guió a su Sao Paulo a una victoria ante el Dream Team de Cruyff, que se plantó en el país del sol naciente como claro favorito, después de haber conseguido su primera Copa de Europa unos meses antes en Londres. Se da la casualidad de que era la primera vez que ambos clubes representaban a sus respectivos continentes.

Raí, hermano del mítico Sócrates realizó un partido excepcional y con dos goles se convirtió en el verdugo del Barça y en el mejor jugador del partido. Stoichkov había adelantado a los catalanes gracias a un gran gol de vaselina, pero el brasileño le dio la vuelta al marcador y se llevó la Copa Intercontinental a Sao Paulo. Pep Guardiola disputó aquel partido y 17 años después dirigirá a su equipo en una nueva edición.

En 2006 el Barça también se presentó en Tokio para participar en el Mundialito de Clubes, nueva denominación de la Copa Intercontinental, pero una vez más, los brasileños se cruzaron en su camino. Esta vez fue el Internacional de Porto Alegre, que contaba en sus filas con el hoy delantero del Milan Alexandre Pato, con tan sólo 17 años. Los sudamericanos se impusieron por un gol a cero gracias a un tanto marcado por Adriano en la segunda parte. El Barça fue muy superior, pero no consiguió batir a Clemer en los 90 minutos.

Por primera vez en Abu Dhabi
Desde que la Copa Intercontinental se juega a un sólo partido se ha disputado siempre en Tokio, sin embargo, este año el Mundialito (torneo que engloba a los campeones de todos los continentes) se celebrará en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, al calor de los petrodólares de los jeques.

El Barça ya conoce a alguno de los equipos con los que se medirá, aunque el campeón de Sudamérica todavía está por decidir, y tradicionalmente el ganador de la Libertadores suele ser el gran rival de los equipos europeos. El Al Ahli de Arabia Saudí representará a Asia, el Atlante (México) hará lo propio por parte de Norteamérica, y el Auckland (Nueva Zelanda), será el representante de Oceanía.

En diciembre, el Barcelona tendrá la oportunidad de convertirse oficialmente en el mejor club del mundo, ganar el único título continental que les falta y además completar la cuarta hoja de un trébol que sería histórico. Su última cuenta pendiente.

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