El Barça está más cerca de conseguir su tercera Liga consecutiva después de ganar el decisivo partido de El Madrigal. Guardiola y los jugadores sabían que medio título pasaba por ganar en Villarreal pero si a ello le sumamos una inesperadísima derrota del Madrid en casa el resultado es aún mejor.
En estos momentos los ocho puntos de diferencia con respecto al Madrid a ocho jornadas del final de la competición y con un calendario mucho más liviano que el de los blancos, decir que media liga está en la 'butxaca' culé no es para nada ningún disparate.
Esta vez no fue Messi, ni una genialidad de Iniesta sino un gol de Piqué a balón parado el que dio los tres puntos al Barça en uno de los campos más complicados de Europa. Fue un encuentro muy mental en el que Valdés se erigió como el gran héroe de la noche al evitar dos goles cantados en el primer tiempo y detener milagrosamente un envenenado disparo de Cazorla casi con el tiempo cumplido.
