David Villa es el objetivo prioritario del Barcelona para reforzarse de cara a la próxima temporada y no está dispuesto a que se le escape. Tras llegar a un principio de acuerdo con el delantero, pretende cerrar la incorporación convenciendo a un Valencia que no está dispuesto a rebajar sus pretensiones.
Manuel Llorente ya avisó cuando declaró intransferible a Villa que la única posibilidad de cambiar de opinión era recibir una oferta "escandalosamente escandalosa". Y el Barcelona, que no estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana, ha cambiado de opinión y sucumbirá con una oferta que satisfaga al presidente del Valencia.
Llorente daría por bueno ingresar una cantidad cercana a los 50 millones de euros, cifra que el Barcelona no quiere ni puede desembolsar. Por ello, los mandatarios culés quieren abaratar el precio colocando a uno o dos jugadores en la operación. En el Camp Nou aceptarían pagar 40 millones y la cesión de Keirrison e incluso también la de Cáceres.
Pero esta posibilidad no es garantía de que se pueda cerrar. Primero porque el Barcelona aún no tiene atado el fichaje del brasileño, aunque está perfectamente encaminado y podría finiquitarse la próxima semana. Y segundo y principal, porque a Emery no le interesa Keirrison. El técnico del Valencia insiste en que sólo Negredo puede sustituir con garantías a El Guaje.
El brasileño ve bien la cesión
Por su parte, Keirrison ya ha dado su visto bueno a jugar en el Valencia si el Barcelona lo considera oportuno, al igual que sucedió el año pasado con Henrique, que fue fichado para jugar cedido en el Bayer Leverkusen. En este sentido, el delantero brasileño podría llegar el día 13 para cerrar el acuerdo definitivo.
Ahora la pelota está en el tejado del Valencia, que deberá responder a la oferta culé. No obstante, Llorente aseguraba este miércoles que nadie del Barcelona se había puesto en contacto con él ni estaba prevista ninguna reunión en los próximos días con ningún representante del club azulgrana para tratar el tema del traspaso de Villa.
El Barça, eso sí, cuenta con la ventaja de tener un acuerdo con el jugador. El futbolista y su agente, José Luis Tamargo, se reunieron el pasado martes con Txiki Begiristain y Raúl Sanllehí en un encuentro fugaz en Asturias. Ahí se sentaron las bases de su nuevo contrato.
Encuentro decisivo
Con este acuerdo, Tamargo instó este miércoles a Javier Gómez, vicepresidente económico del Valencia, a tener una reunión en la que también estuvieran Manuel Llorente y Villa. El objetivo es aclarar cuáles son las intenciones de Llorente y Gómez y que el jugador lo sepa de primera mano. El presidente fue informado de esta petición en la tarde del miércoles y sólo falta saber la fecha del encuentro.
Por su parte, Villa está dispuesto a presionar al Valencia para que le deje marchar. El jugador está molesto por el hecho de que le colocaran en el mercado y que en el momento en el que podía cerrarse su fichaje por el Madrid, el club ché diese marcha atrás y le declarase intransferible.
El Barcelona tiene la intención de poner toda la carne en el asador y Villa es el elegido. Primero porque aumentará la calidad de la plantilla. Segundo, porque necesita un fichaje mediático después de cómo se ha reforzado el Madrid. Tercero, porque no quiere a Etoo y necesita un recambio de garantías. Y cuarto, porque aún suponiendo que Samu se quede, éste se marchará a principios de año a jugar la Copa África.
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